Reseña
El sombroso rugir de sus aguas y la conmovedora magnitud de los saltos que dan lugar a las Cataratas del Iguazu, se rodean de un paisaje tan imponente como fragil. La imperiosa necesidad de proteger y conservar este rea recae sobre aquellos que entienden que la vida de un ecosistema tan privilegiado debe ser la encargada de concientizar a las futuras generaciones. Puerto Iguazu ha aprendido a convivir con y para la naturaleza. Una ciudad forjada por el pujante esfuerzo de gente comprometida con sus principios. Desde su fundacion, el crecimiento ha sido incesante, brindandole al turista un servicio de excelente calidad y demostrando como un pueblo y la naturaleza pueden coexistir en una perfecta simbiosis, porque no hay tierra que pertenezca al hombre, sino que el le pertenece a la Madre de toda vida.
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